ATTILIO IANNIELLO (editado por)
¿Quién es Samantha Barendson?
La gente me lo pregunta a menudo pero, no, Samantha Barendson no es un seudónimo. Mi apellido noruego, Barendsön, viene de la época vikinga, pero yo soy algo Argentina, algo Francesa, algo Italiana, y escribo poesía en varios idiomas, sola o acompañada por amigos poetas, pintores, ilustradores o fotógrafos, escribo a mano libros de artistas, escribo también obras de teatro y cuentos para niños. Me gusta declamar, gritar y hasta cantar en el escenario, a veces soy comediante frustrada de no ser cantante de tango.
¿Cuándo y Cómo se acerco a la poesía?
La poesía se acerco a mí una noche del 2007 con la antología poética de Alfons Cervera “Cuerpos del delito” (Los cuerpos del delito: Poesía, Obra completa, Alfons Cervera, Valencia, Rialla Editores, 2002) Antes de leer al gran poeta valenciano, yo escribía sobre todo cuentos y obras de teatro. Después de aquella lectura, escribí Los delitos del cuerpo en tres noches, 35 poemas en castellano traducidos al francés, respuesta inmediata y necesaria a una forma nueva (para mí) de escritura, corta y potente.
Actividad poética, colaboraciones (revistas, colectivos, etc.) y publicaciones:
Formo parte del colectivo “Sindicato de poetas que algún día morirán” cuyo objetivo es promover la poesía para todo y por todas partes. Participo así, de manera individual o colectiva, a lecturas porque, para mí, la poesía debe ser oral, hablada, gritada, en movimiento, viva. Publico regularmente en revistas de poesía (Art le Sabord, Verso, Microbe, Kahel, Cabaret, Le journal des poètes, Pyro, Poekia, etc.). Cuatro recopilaciones de poemas míos han sido publicadas:
-El limonero/ Le citronnier, Le pédalo ivre, junio 2014
-El combate / Le combat, con Jean de Breyne, Ed. Lieux dits, Collection Duos, 2012
-Los delitos del cuerpo / Les délits du corps, Christophe Chomant éditeur, 2011
-Amapolas / Des coquelicots, Le pré # carré éditeur, 2011
¿Para usted, qué es la poesía ?
La poesía es una bofetada. La recibes en plena cara, durante un instante estas medio despistado/a y ves formas y colores extraños. Luego todo vuelve a la normal, pero te queda el rosado en los cachetes y la caricia de la mano.
Sitio de Samantha Barendson
http://www.samantha-barendson.com/es/
Blog del colectivo «Le syndicat des poètes qui vont mourir un jour »
http://syndicatdespoetes.hautetfort.com
Samantha Barendson lee algunas poesías suyas en:
http://www.dailymotion.com/sbarendson
Huelo tus versos
hundida en la noche
Huelen a cigarrillo
a luz apagada
a sudor caliente en sábanas frías
a sexo de hombre y de mujer
a pinos a sol
a vino y sobremesas
Huelen a tiempos pasados
de aquellos que escribes
y que ya no son
a noches de jazz
en pisos con humo
a güisqui acompañando a Bach
Huelen a ti
a tu piel helada
de no estar aquí
a texto desenfrenado
a orgasmo de papel
a luz prendida
para ver tus ojos
Huelen tan fuerte
que no se me despegan
aquellos versos tuyos
escritos para otra
Leo tus versos
en la noche hundida
apago la luz
(in Los delitos del cuerpo, Ed. Christophe Chomant, 2011)
***
Escuché tu voz por primera vez
hace un mes
Nunca la habia escuchado
Conocía tu rostro
el color de tu piel
el brillo du tus ojos
Conocía tu vida
los datos
las fechas
relatos y aventuras
y nada de tu voz
que escuché
por primera vez
hace un mes
Grabada
Del altoparlante
salío tu voz
que yo creía ronca
tu voz
en italiano
salío
tu voz
después
de treinta y cinco años
de silencio
preguntas
misterios
Treinta y cinco años
y nunca se me ocurrió
preguntar
¿cómo será tu voz?
(In El limonero, Ed. Pédalo ivre, 2014)
***
Todo es herrumbre
Desde los autos hasta la sangre de los perros
Que lamen el óxido de la carne en putrefacción
En el borde de la ruta que me lleva lejos de ti
La ciudad se descompone en partículas de ocredad
Desaparecen lentamente
Hundiéndose en el mar
Los edificios color tigre
Vestigios de algo más
Las veredas siempre rotas
Y el corazón también
Lleno de humedad y suspiros
De una ciudad sin freno y sin fin
Camino por las huellas que dejaste antes
Cuando ceniza no eras todavía
Y el árbol solamente semilla
Añorándote desde el exilio
De una juventud recuperada
En artefactos de papel
En quiméricos recuerdos
Trasmitidos por fotos voces cantos cuentos
Tendida en la blanca habitación
La voz del viejo tango en el patio
Y el sol
El polvo se detiene en la luz
Y el tiempo
Perdido ya
Es tarde
Para regresar
El sabor amargo de la infancia
Reposando en la ebullición
De una pava silbante
La noche herida no me deja dormir
Polvorientas pesadillas me tapan la bombilla
(In La esencia de un recuerdo)