Steed Gamero: el poeta es un viajero

Steed Gamero a Malta

ATTILIO IANNIELLO (editado por)

Notas biográficas breves.
Nací en Lima, Perú, en el año 1988. Mi familia tiene orígenes quechua y ha vivido durante generaciones en la antigua ciudad de Quipán, en la que todavía fiestas y bailes recuerdan el culto a la Pachamama, la Madre Tierra. Durante mi infancia conocí la pobreza y los efectos devastadores de la larga guerra civil, de las continuas violaciones de los derechos humanos que han manchado con sangre mi país. Sin embargo, conservo también buenos recuerdos de aquellos años: las atenciones de los abuelos, las fiestas, los perfumes y los sabores incomparables de los platos tradicionales, (como el tamal o los picarones, especialidad dulce que data del siglo XVI), que se distribuyen a los fieles durante la procesión del Señor de los Milagros, en Lima. Para escapar de la pobreza, mis padres se trasladaron a Milán en 1994. Me uní a ellos en 1999, a la edad de once años. Durante los primeros años de distancia del Perú sentía mucha nostalgia de mi casa, pero poco a poco he asimilado el nuevo idioma y la nueva cultura, estableciendo importantes amistades, estudiando y trabajando en Italia. En mi actividad literaria, uso indiferentemente el italiano y el español. Este año obtuve la nacionalidad italiana. En Lima, cuando cursaba la escuela primaria, gané un concurso escolar de escritura con un cuento corto titulado Mi perro y yo. Sentí una gran alegría, porque estaba recibiendo un reconocimiento por algo que me gustaba hacer, que sentía que habría sido de gran importancia en mi vida. En Italia, en Milán, he tenido la suerte de conocer al poeta Roberto Malini, que además de ser un gran artista, tiene un vasto conocimiento de la literatura de todo el mundo: gracias a él me he dedicado al estudio y sucesivamente al trabajo poético. Roberto, mi mentor, me ha ayudado también a comprender que un poeta no sólo tiene la tarea de escribir bellos versos, sino también la de influir, con dedicación y activismo no violento, sobre la sociedad que nos rodea, poniéndose siempre del lado de las víctimas, de los excluidos, de los que son discriminados.

Además de la poesía, me gusta la fotografía, un arte capaz de capturar la pureza y la franqueza de la emoción. He fotografiado rostros de poetas y artistas, de hombres y mujeres que se dedican cada día a mejorar la sociedad en la que vivimos, de seres humanos excluidos y perseguidos: refugiados, migrantes, gitanos. He realizado exposiciones en Italia y en el extranjero sobre estos temas. Uno de los trabajos al que me siento más ligado es la serie de fotografías Capelli d’oro e di cenere (Cabellos de oro y de ceniza). Son retratos en blanco y negro de mujeres sobrevivientes de la Shoah, que después de haber sido presentados en exposiciones individuales, hoy en día se conservan en los principales museos nacionales e internacionales, incluyendo el Museo Nazionale della Shoah di Roma. En el 2008, la eurodiputada húngara Viktoria Mohacsi me definió “artista de los derechos humanos”. Es una definición que me hace sentir orgulloso, porque los derechos humanos son el fundamento de la civilización, las bases para nuestro futuro. Busco siempre usar un lenguaje actual, cuando escribo. El lenguaje de los cómics y la poesía no son incompatibles. Soy diplomado en guión del cómic, un campo en el que he realizado, junto con Dario Picciau, Jon Foster y Roberto Malini, la novela gráfica Sulphur and Dana. En marzo de 2013 publiqué mi primera obra de poesía, I ragazzi della Casa del Sole (Los jóvenes de la Casa del Sol), que ha obtenido reconocimientos literarios y que he presentado en algunas performance en ocasión del Festival de Poesía e iniciativas institucionales. I ragazzi della Casa del Sole, habla sobre el drama – pero también los sueños – de los jóvenes huéspedes de las casas de acogida. Jóvenes de los que las autoridades privan a los padres indigentes. Jóvenes que trabajadores sociales y psicólogos llaman “problemáticos”. Jóvenes que cada día tienen que encontrar fuerzas para creer en el futuro y luchar para no ser aniquilados por una sociedad que es feroz con los más vulnerables. Pronto el libro será publicado en una edición bilingüe, en italiano y español. Mientras tanto, estoy trabajando en mi próximo libro, que recupera tradiciones y mitos de mi país de origen, para hablar de la vida, de la muerte, del difícil camino que cada ser humano recorre en este mundo, en busca del propio destino.

¿Cuándo y cómo usted se acerca a la poesía?
La poesía, en Perú, está presente en todas partes: desde las playas del Pacífico hasta los picos de los Andes. Los peruanos aman cantar en la sierra, en la selva, en las calles de Lima, Trujillo, Arequipa. Se canta en español, en quechua y en aymara. La canción criolla es el blues peruano. Nació de los cantos de los esclavos, deportados al Perú durante el dominio español, y sucesivamente se enriqueció con elementos andinos y españoles. La canción criolla contiene los elementos fundamentales de la poesía. Alma, corazón y vida es el título de una canción del trío de música criolla ”Los Embajadores Criollos”, muy popular en la década de 1950. “Alma, corazón y vida”: son palabras que se repiten con gran frecuencia en la poesía de todos los tiempos y países. Incluso el lenguaje quechua es adecuado para la escritura en versos. Se canta con el acompañamiento de la Flauta de Pan, del violín, de la guitarra, del arpa andina. Desde niños, los peruanos se acostumbran al sonido armónico del lenguaje quechua, escuchando canciones como Yaw Yaw Puka Polleracha. Desafortunadamente, sabemos poco de la antigua poesía quechua, de los Harawis, los cantos religiosos y los himnos a la vida. Aún quedan huellas en las canciones folclóricas andinas. Me encantan los poetas del Perú, sobre todo César Vallejo y Manuel Scorza. He aprendido a apreciarlos justo aquí en Italia, gracias a Roberto Malini. Roberto conoce y ama profundamente la gran poesía, que te transmite su pasión, abriendo  frente a ti un mundo que parece un jardín de las palabras. Es gracias a él que descubrí la belleza de la poesía y me acerqué a la escritura. Empecé a leer y estudiar poesía luego de haber visto la película de animación L’uovo, dirigida por Dario Picciau. Es una película sobre la vida, en la que diálogos y narraciones son en versos, sacados íntegramente de la obra homónima que Roberto Malini escribió en 1975, cuando tenía sólo catorce años. Para mí fue una revelación. Después he leído un montón de poesías, de Dante a Merini, de Luis de Góngora a José María Eguren. Y he conocido muchos poetas, de todas las nacionalidades. Todo, sin embargo, comenzó con… L’uovo!

Actividades poéticas, colaboraciones y publicaciones
Considero importante la interacción entre los poetas y su presencia en los escenarios donde están ocurriendo violaciones de derechos humanos, como testigos y activistas no violentos. Por mi parte, soy miembro del Grupo EveryOne, organización internacional que se dedica a una cultura de solidaridad y paz, pero también estoy en el campo, en acciones civiles para proteger a las minorías perseguidas: migrantes, refugiados, gitanos, homosexuales, personas sin hogar. Estoy además comprometido  – junto con Roberto Malini, Dario Picciau, Fabio Patronelli y Daniela Malini – en la organización de eventos para el movimiento de poesía mundial “100 Thousand Poets for Change”. Se trata de un movimiento fundado por los poetas estadounidenses Michael Rothenberg y Terri Carrion, que cada año hacen miles de eventos de poesía en más de ochocientas ciudades diseminadas por todo el mundo.

También el grupo de poetas de Lavinia Dickinson Editore, al que pertenezco, es muy activo en la búsqueda de nuevas formas de poesía y juega un gran papel en defensa de los derechos humanos y el medio ambiente. El Gruppo Lavinia Dickinson colabora con el Grupo de los Cien de Homero Aridjis y con el abogado Pablo Fajardo, que defiende los pueblos de la Amazonía ecuatoriana víctimas de la tragedia ecológica y humanitaria causada por el gigante petrolero Chevron-Texaco. Por mi trabajo poético y civil, me invitan a hacer lecturas de poesía en el Consulado de Perú, en el de Ecuador y en otros lugares institucionales.He tenido performances en el Festival Internacional de Génova, en la Noche de la Poesía de Génova, en la temporada cultural en el Salón del Consulado General del Ecuador en Milán, en el Festival TreviglioPoesia y durante otros eventos.

He publicado la graphic novel Sulphur and Dana (escrita con Roberto Malini e ilustrada por Jon Foster y Dario Picciau), el libro fotográfico Un diverso olocausto, los catálogos fotográficos Frantumi d’aurora, Capelli d’oro e di Cenere, Qabbalah. Mis primeros poemas aparecieron en la antología 100 Thousand Poets for Change (Lavinia Dickinson Editore 2012), mientras que mi primer trabajo de poesía es la colección I ragazzi della casa del Sole (Lavinia Dickinson Editore 2013), que obtuvo el Premio Letterario Camaiore Proposta 2013, el Premio Internazionale di Poesia Petreca Dini 2013 (São Paulo, Brasil), el Premio Internazionale di Poesia “La ragazza di Benin City” (Génova 2013), el Premio Internazionale Milano per la Poesia 2014. Además, fue señalado para el Premio Pascoli 2014, resultó finalista del Premio Internazionale di Poesia Città di Napoli 2014 y recibe el apoyo de UNICEF por su mensaje de protección de los jóvenes de las estructuras públicas de acogida.

¿Qué es la poesía para usted?
La poesía es un viaje por los mares de la existencia, en búsqueda de un mundo perfecto. El poeta es consciente de que la probabilidad de llegar a ese continente o isla-jardín es cercana a cero, pero su misión es el viaje en sí mismo. El poeta es Odiseo, cuyo nombre tiene probablemente origen (como supe en una de las muchas conversaciones con los poetas de Lavinia Dickinson) en el término griego antiguo odos, que significa “viaje”. Por lo tanto, Odiseo no es un descubridor, porque su búsqueda no tiene fin. No es conquistador, porque su meta está en el mundo de las ideas, a veces cercana, a veces lejana. El poeta es un viajero. He buscado un poema que expresara este concepto, encontrando El viaje de Charles Baudelaire, en Las flores del mal:

«Pero los verdaderos viajeros son los únicos que parten
Por partir; corazones ligeros, semejantes a los globos,
De su fatalidad jamás ellos se apartan,
Y, sin saber por qué, dicen siempre: ¡Vamos!».

(Gracias a Maria Eugenia Esparragoza)

Al Gran Desfilè del Perù a Milano

En el Gran Desfile del Perú en Milán

Seis poemas de Los jóvenes de la Casa del Sol (Lavinia Dickinson Editore 2013)

Javier vuela!

Javier vuela!

A quinientos metros sobre el suelo
cercano a las primeras nubes.

Javier vuela!

Salir sin permiso
está en contra de las reglas
pero nadie hará de espía.

Javier vuela!

Es fácil
y divertido
basta hacer un respiro profundo
y saltar hacia el cielo.

Javier vuela!

***

Mitad Ximena

Ximena sabe que los números
de su futuro
están sellados
en el registro de clase.

Terminar la escuela era la única manera…

Corre.

El corredor
parece no terminar
nunca.

Entra en el trastero
de los conserjes
y se acurruca
en un rincón.

Las manos del diablo
o de Dios
rompe en dos
el fotograma
de su presente.

Ahora
mitad de ella
grita.

***

El mar

Sara está todavía en la orilla
y toca el agua del mar
con los dedos de un pie.

La tortuga
comienza a sumergirse
entre las ondas.

El agua está muy fría
y llega hasta los hombros
de la joven.

Sara cierra los ojos
y para darse coraje
habla en voz alta:

“No tengo miedo de ahogar.”

Ahora esta inmersa
completamente
y ve
que el mar
hace parte de un sueño.

La tortuga
desciende del cielo
para tocar la tierra.

El mar se ha convertido en
cielo.

***

Pálida luna

Andrés está cansado
y no logra levantarse de la cama.

David está junto a él
sentado en una silla
de plexiglás.

Andrés busca
la mano de su amigo.

La encuentra
y su rostro
se relaja.

Sara y Guadalupe
están en la playa
de Lahaina.

Sara aprieta
en el puño
su pequeña estrella.

Observa
las cicatrices
en la espalda de su amiga
y piensa que alguien
le haya quemado
las alas.

Hacia abajo del cielo
vislumbra una pálida
luna diurna.

***

El Minotauro

El Minotauro está afuera
del laberinto.

Fátima quisiera
cancelar rápidamente
los problemas
sin dolor.

El Minotauro
tiene hambre.

Javier flota
justo por debajo del techo.

Tripartita
la ansiedad
alcanza su corteza
somatosensorial primaria
el sistema límbico
y la corteza prefrontal.

Milagros
vomita
zafiros.

Los jóvenes
están sin defensas.

El Minotauro
come
sus carnes.

***

Gravedad

El lobo sale del bosque de carne
ondas de dopamina se quebrantan
sobre las sinapsis.

“Es necesario que la luna
vuelva a velar sobre el océano”
dice Sara a sí misma.

Los jóvenes rompen
corazones y ladrillos
quebrantan diafragmas y ventanas
abren brechas
en las paredes.

Purpúreos gritos
suben al cielo
como fuegos artificiales
luego se apagan
y precipitan al suelo
debido a la gravedad.

I poeti (da sinistra) Roberto Malini, Homero Aridjis, Steed Gamero e Daniela Malini

Con los poetas (desde la izquierda) Roberto Malini, Homero Aridjis y Daniela Malini